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Directorio Nacional para la Formación, Ministerio y Vida de los Diáconos Permanentes en Estados Unidos

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Introducción/Preguntas frecuentes

¿Piensa que está siendo llamado al Diaconado?

El propósito del Programa de Formación de Diáconos es ayudar a los varones a discernir el llamado a ser diáconos, si es que esto es así y, además, ayudarlos en la preparación de este ministerio. Si tiene alguna pregunta o comentario, por favor, contactar al Director de la Formación de Diáconos (Dia. Francis Agnoli, 563-888-4257; [email protected]).

Un año (o dos) de preparación en el Programa de Formación Laical es requisito para inicial el programa de Formación Diaconal. Para preguntas acerca del Programa Ministerial de Formación, por favor, comuníquese con Sr. Miguel Moreno al teléfono 563-888-4217.

Haga clic aquí para obtener información acerca del programa de Formación de Ministerio Laical.

¿Qué es Discernimiento?

Tal vez sea más fácil empezar diciendo lo que el discernimiento no es. No es un acontecimiento, aunque quizás haya momentos en los que tengamos más presente el sentido de discernimiento, sobre todo cuando vienen cuestiones de vocación. El discernimiento no es tener que tomar una decisión, sin embargo, aunque eso es algo que debe ocurrir. El discernimiento es aprender a escuchar con los oídos de nuestro corazón. El discernimiento es una forma de vida a la que cada cristiano ha sido llamado.

El discernimiento implica una relación con Dios, un agradecimiento a la presencia de Dios en nuestra historia personal y colectiva. Es reconocer la presencia de Dios en nuestra vida diaria y creer en su continua presencia, hoy y en el futuro. 

Hay veces, en las que necesitamos entrar en un proceso de discernimiento dirigido, situarnos atentamente en la presencia de Dios. En esos momentos, David Lonsdale (En “Que es el Discernimiento en la Oración”, en Praying Nov-Dic 1993, pp.34-36) señala que necesitamos poner atención particularmente en:

• Orar asiduamente. La oración crea el clima necesario para el discernimiento, el espacio en el cual podemos escuchar la voz de nuestro espíritu.

• Informarse adecuadamente. Necesitamos aprender y saber claramente, que es lo que estamos discerniendo. Por ejemplo, aquellos que han sido llamados al diaconado, querrán saber más acerca de lo que es este ministerio en la Iglesia; tanto en la teoría, como en la práctica. Es, por eso, que tenemos un programa de formación!

• Reflexionar en nuestra respuesta afectiva. Necesitamos estar atentos a nuestros sentimientos y experiencias para reflejarlos claramente. ¿Qué es lo que el Espíritu nos está diciendo a través de esos sentimientos y deseos? ¿Con qué espíritu estamos trabajando? ¿Con el Espíritu Santo u otra? O simplemente, ¿estamos escuchándonos a nosotros mismos? Un buen director espiritual puede ayudarlos a aclarar esas dudas.

• Calcular nuestras razones. Los sentimientos pueden confundirnos, por lo tanto, necesitamos manejar y dirigir nuestras opciones de manera racional. ¿Cuáles son las razones a favor y en contra en cada opción ante nosotros?

• Confirmación. El discernimiento no se da en el vacío, sino en una red de relaciones. ¿Qué relaciones cercanas tengo? ¿Qué es lo que opinan quienes están más cerca de mí?

¿Qué es formación?

Formación se refiere a un procese gradual y constante de transformación en el modelo de Cristo y su ministerio. La formación es marcada por:

• Crecimiento en la madures humana, en la espiritualidad ministerial y en las necesarias experiencias pastorales de un ministro en la Iglesia de una manera compasiva y de una manera profesional;

• Integración del nivel aprendizaje intelectual, espiritual, humano, emocional y pastoral; enfocado a un valor mayor en su totalidad/ santidad y competencia ministerial;

• Relacionarse bien con el público, ser social y tener una dimensión eclesial del ministerio ( con laicos y ministros ordenados); esto aceptando la responsabilidad y poder de uno mismo y por todas las comunidades eclesiales; y

• Tener como prioridad comunitaria, el compartir el crecimiento ministerial, reconociendo ante todo, que la espiritualidad es intensamente personal. Es solamente en el contexto de comunidad que la jornada del discípulo y el discernimiento de la vocación puede ser probada, afirmada y celebrada.

Esta información fue obtenida de la Universidad Teológica de San Juan y del Programa de Formación espiritual del seminario de San Pablo y del Instituto de Estudios Pastorales de los Vicentinos.
 

La guía para la formación de diácono es el Directorio Nacional para la formación, ministerio y vida de los diáconos permanentes en los Estados Unidos. Fue publicada por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos en el 2005.

Hay tres etapas para el programa de formación de Diáconos: 
Aplicación, Aspirantado y Candidatura las cuales se explicarán con más detalles más adelante.

El Directorio consiste en un conciso programa de formación, que estudia las cuatros áreas más importantes de formación: La Humana, la Espiritual, la Intelectual y la Pastoral.
 

¿Le gustaría decir algo más acerca de estas cuatro áreas de formación?

De acuerdo al Directorio Nacional:

La formación humana tiene como objetivo el crecimiento en las virtudes humanas, en la capacidad para relacionarse con otros, en la maduración efectiva o emocional (incluyendo la madure psicosexual y de salud), y en la formación de nuestra conciencia (§108) para que el ministro sea un puente y no un obstáculo para los demás en el encuentro con Jesucristo (§109).

 “El primer propósito de la formación espiritual es establecer y alimentar actitudes, hábitos y prácticas que fijarán la base de toda una vida de continua disciplina espiritual (§110). “Configurado sacramentalmente con Cristo siervo, la espiritualidad de un diácono debe estar basada en las actitudes de Cristo.” (§112).

“La dimensión intelectual en la formación debe comunicar un conocimiento de la fe y de la tradición de la Iglesia, que sea ‘amplio y profundo’, de modo que el participante esté preparado para cumplir su vital ministerio” (§118).

En el bautizo, todos somos llamados a compartir la misión de Cristo sacerdote, profeta y Rey (como un servicio de liderazgo). La dimensión pastoral en la formación diaconal edifica en muchas maneras los candidatos que de alguna manera están viviendo el llamado bautismal a la Santidad y buscar medios para ayudar a los candidatos a desarrollar aquellas capacidades y cualidades necesarias para su ministerio.

El Directorio Nacional nombra algunas cualidades: “cómo proclamar y enseñar el mensaje cristiano, cómo dirigir celebraciones comunales de oración litúrgica, y cómo ser testigos de la Iglesia en un servicio cristiano marcado por la caridad y la justicia" (§127).

De la misma manera, el Directorio Nacional destaca las siguientes cualidades: "espíritu de responsabilidad personal y de liderazgo de servicio; generosidad y perseverancia; creatividad; respeto por la comunión eclesial; y obediencia filial al obispo" (§127).

¿Quién está encargado de la formación? ¿Quién decide quién será ordenado diácono?

El Director de la formación diaconal es el diácono Frank Agnoli. El puede ser contactado al teléfono 563-888-4257 ó a su correo electrónico: [email protected].

Además del diácono Agnoli hay un grupo de personas que son parte de la formación: como son el diácono Bob McCoy, diácono David Montgomery y sus esposas que son el Corazón del grupo de formación diaconal. El Padre Thomas Hennen es el director vocacional de la diócesis y sirve como el director espiritual del diaconado. Además, tenemos mentores, directores espirituales y maestros. También, forma parte importante del solicitante su pastor, su parroquia y su familia que son notas esenciales del proceso de formación.

El Director y el Comité de las admisiones y escrutinios asesoran al Obispo respecto a la admisión del Candidato y su permanencia en el Programa de formación diaconal. Sin embargo, las decisiones finales son suyas.
 

¿Qué se está buscando en los futuros diáconos?

Aquí están algunas aptitudes básicas que estamos buscando en los varones que están discerniendo el llamado al diaconado:

• Que sean hombres con buen carácter moral y por lo menos tres años en plena comunión con la Iglesia Católica Romana, y que esté libre de obstáculos o irregularidades canónicas.

• Profunda espiritualidad y vida de oración que se refleja en su madurez de Fe en sintonía con las necesidades de la Iglesia y sus necesidades familiares y personales.

• Que participe frecuentemente en la vida sacramental de la Iglesia y enriquezca la fe adulta, donde demuestren su liderazgo en la Iglesia y en la comunidad.

• Inclinación natural de servicio a la comunidad de la Iglesia y para todos los necesitados con la capacidad de conducir, facilitar y animar a otros en el servicio.

• Si están casados, se les pide un matrimonio positivo y estable por lo menos de cinco años y que tengan el consentimiento de su esposa para la admisión al programa.  Si no está casado en la iglesia, debe estarlo antes de la ordenación. Si están solteros, se les pide que tengan un estado de vida  célibe madura.

• Ser documentado para aplicar. Deben ser residentes permanentes o ciudadanos de los Estados Unidos antes de la ordenación.

• Ser capaz de comprender y hablar inglés a un nivel básico y trabajar para lograr la competencia en el idioma. Tener acceso a una computadora ya Internet. Deben estar familiarizados con la tecnología involucrada en el aprendizaje a distancia.

• Ser capaz de leer y escribir español a nivel de preparatoria. Completado al menos 1 año en el Programa de Formación de Ministerio Laico ofrecido a través de la Oficina de Ministerio Multicultural (2 años preferiblemente)

• Buena salud física y mental.

• Para ser ordenado debe tener al menos 35 años de edad y no más de 65 años de edad.

Yo pienso que soy llamado al diaconado, ¿qué tengo que hacer?

Antes que todo, si usted es casado, asegúrese de haber hablado con su esposa y sus hijos al respecto. Segundo, usted debe tener una conversación con su pastor, ya que él será una parte importante del discernimiento y del proceso de formación.

Un año (o dos) de preparación en el Programa de Formación Laical es requisito para inicial el programa de Formación Diaconal. Para preguntas acerca del Programa Ministerial de Formación, por favor, comuníquese con Sr. Miguel Moreno al teléfono 563-888-4217.

Fíjese en la información puesta bajo, donde dice “aplicación.”

Por último, por favor, contacte al Director de la Formación de Diáconos al teléfono 563-888-4257 para cualquier pregunta que usted tenga o para hablar más acerca del proceso de la aplicación.
 

Aplicación

Durante el año de investigación, a los hombres y a sus familiares se le pedirán que empiecen a explorar más intensamente la posibilidad del llamado al diaconado. Solamente los aplicantes iniciarán a conocer mejor la Iglesia, el diaconado y al mismo tiempo la Iglesia empezará a conocer a ellos. Aquí hay algunos recursos que pueden ser de ayuda para aquellos interesados en el diaconado:

Folleto Diocesano (2021)
 
Diaconado Preguntas y Respuestas (2021)

Sugerencias para el año de la aplicación (2021)

Oración del Aplicante

Haga clic aquí para obtener información específica acerca de la VII clase.

Haga clic aquí para obtener información específica acerca de la VIII clase.

Haga clic aquí para obtener información específica acerca de la IX clase.

Aspirantado

El Aspirantado es "un período para discernir la capacidad y preparación de un aspirante con el propósito de que sea nominado al obispo para su aceptación como candidato al diaconado" (Directorio Nacional, §182) .

Además, habrá secciones de clases que se enfocarán en la espiritualidad, la oración, el descernimiento y se tendrá también tiempo para ocuparlos en trabajos ministeriales y en reuniones con un diácono (mentor) y un sacerdote (director espiritual).

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Candidatura

De acuerdo al Directorio Nacional, “El itinerario del candidato en la formación diaconal es ocasión para el continuo discernimiento de la vocación diaconal y la preparación inmediata para la ordenación" (§204).

El estudio de la Teología se relaciona con temas que serán parte central de los cuatro años de preparación. Seguidas de tiempo de trabajo pastoral en algunas áreas, ministerio parroquial y reuniones con un mentor y un director espiritual.

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Componentes del Programa

Formación posterior a la Ordenación

Según el Directorio, "[l]a meta de este itinerario de formación es llevar a cabo con responsabilidad los diversos aspectos del ministerio de un diácono, el desarrollo de su personalidad y, sobre todo, su compromiso con un crecimiento espiritual"(#239). Esta fase de formación se divide en dos partes: los primeros tres años de formación y después de la ordenación una formación permanente.

Durante los primeros tres años, luego de la ordenación, los recién ordenados (y sus esposas) continuarán participando como una comunidad de fe en las reuniones regulares de formación.
Además, los recién ordenados empiezan a desarrollar un plan de formación específica que se ocupe de sus necesidades específicas. Esto podría incluir un profundo estudio de otro idioma, Educación Clínica Pastoral (CPE) o cualquier otro tipo de preparación para un ministerio particular o especializado.

Después de tres años de haber sido ordenados (diáconos y sus esposas) continuarán formando partes en eventos de formación y retiros para toda la comunidad diaconal, también continuarán asumiendo la responsabilidad de su formación ministerial a través de lectura, cursos, grupos de reflexiones teológicas y similares.

La formación después de la ordenación es responsabilidad del Director de los Diáconos.